Lo que no te cuentan de la ola #GIRLBOSS
- Natalia Páez
- 6 abr 2021
- 3 Min. de lectura
¿Es un verdadero mensaje de empoderamiento o una carga más?

En el transcurso del último año han surgido iniciativas y emprendimientos a raíz de la crisis económica mundial, bastantes personas perdieron sus empleos, algunos querían invertir en algo, y los más jóvenes lo hacen por la falta de oportunidades, el no querer tener jefes y por su deseo de salir adelante con un negocio que les ayude a potenciar esto.
Teniendo en cuenta lo anterior sumado con la gran ola girl boss que se venía popularizando desde finales del año 2017 ha generado que, hablando puntualmente de las mujeres, sientan una gran responsabilidad y presión por ser sus propias jefas y alcanzar el éxito económico que tanto se promulga en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Pero, ¿cuándo y dónde surge este término? Bien, en los 70 's esto era conocido como girl power que se refiere al poder femenino que es sustentado en el empoderamiento, la confianza y la fortaleza. Luego este toma un giro y en la última década se convierte en el hoy popular, girl boss, que se refiere a la chica jefa.

El nombre sale del libro homónimo #GirlBoss de Sophia Amoruso, fundadora de la marca Nasty Gal que existe desde el año 2008 como una tienda de artículos vintage en Ebay que luego se convirtió en un negocio multimillonario en menos de diez años. Este texto no se trata únicamente de la autobiografía de la autora, también tiene tintes de empoderar, motivar e inspirar a mujeres jóvenes para que tomen las riendas de su vida laboral y obtener un capital estable.
Así que este producto cultural se coló dentro del movimiento feminista, pero en definitiva muy mal empleado, el mensaje que tiene de fondo #GirlBoss es que tener una tienda, negocio o emprendimiento como mujer ya lo hace intrínsecamente feminista, que no siempre es el caso y de ser así lo es depende del contexto.
Volviendo a Amoruso, el discurso que vende como feminista es conquistar el éxito individual y solo teniendo en cuenta los logros monetarios, pero el problema radica en que es una mujer blanca llena de privilegios, representa los aspectos femeninos más superficiales que no están desafiando el status quo, no empodera a todas las feminidades, no tiene en cuenta la diferencia y no le importa pasar encima de los demás, como el caso de varias ex empleadas que denunciaron que fueron despedidas ilegalmente de la compañía por estar embarazadas.

Sumado a ello, también entra en discusión lo que se conoce como positivismo tóxico por parte de ‘’emprendedores exitosos’’, quienes intentan vender la clave para triunfar a través de charlas, sesiones de coaching y cursos, que finalmente lo que hacen es propagar la idea de que cada persona tiene que ser hiper productiva para poder se considerada como exitosa.
Pero lo que no cuentan estos emprendedores, la publicidad, la ropa con mensajes ‘’feministas’’ y el famoso lema de #GirlBoss es que para poder tener un negocio que dé frutos se requiere de muchísimo trabajo en equipo y no individual, contar con oportunidades económicas y sociales con las que muchas personas no cuentan, pues este tipo de pensamientos se difunden es a partir del privilegio. Además, es un proceso donde las personas se agotan física y emocionalmente porque hay que doblarse para hacer múltiples tareas, que se transforma en un trabajo agotador a largo plazo.

Y por supuesto que es buenísimo escuchar los casos de personas que triunfan con sus proyectos, y si, es posible emprender para salir adelante, de eso no hay duda, pero no es algo que ocurra de un momento a otro, es de constancia, colaboración y apoyo.
La problemática es que esta ola girl boss dice que las mujeres podemos con todo, tal vez esto viene cargado con buenas intenciones, pero lo cierto es que esto causa ansiedad por no poder cumplir con este nuevo mandato que se nos impone, porque además de que ya tenemos que cargar con estereotipos como tener que ser delgadas, bonitas, simpáticas, tiernas, madres, inteligentes, proactivas y demás, ahora también tenemos que ser súper exitosas laboral y económicamente en un abrir y cerrar de ojos.

Así que si eres mujer y estás emprendiendo en algo, lo importante es que vayas a tu propio ritmo, no te compares con los demás y no te dejes llevar más de la cuenta por los mensajes que se comparten en redes sociales y otros canales donde se romantiza la sobrecarga laboral, emocional, física y económica. Y por el contrario, si eres mujer y no estás emprendiendo, no te preocupes, no existe una cadena de fuerza que te obligue a hacerlo, lo ideal es que las cosas se hagan porque en verdad se desean y porque será un proceso que se va a disfrutar.
Comments