MAWÁ, fortaleciendo la identidad y creatividad artesanal colombiana
- Catalina Suárez y Natalia Páez
- 17 feb 2021
- 4 Min. de lectura
Mawá es una marca de productos artesanales realizados por comunidades indígenas de Colombia, que hace parte de la marca sombrilla “MI NOMBRE ES CRISTINA”, creada por la antropóloga con énfasis en administración de empresas en gestión y estudios en artes visuales, Cristina Pérez.

Mawá surge cuando Cristina Pérez tiene la oportunidad de viajar a México, país en el que siempre ha tenido gran interés debido a la fuerte identidad y carga cultural que posee, lo denomina como “la cuna de la cultura latinoamericana”. En México logró profundizar su conocimiento en el área de antropología social, en palabras de Pérez:
“la manifestación de las culturas en objetos materiales. ¿Cómo un grupo social y un ser humano piensan y se organizan para producir objetos que le dan sentido identitario al grupo?”.
En dicho país quedó fascinada con las artesanías producidas por los grupos indígenas, decidió venderlos en Colombia y con sus ganancias volvió a México a comprar más mercancía y repetir el proceso de negocio. A lo largo de este proceso Pérez ahorró para alcanzar la creación de su marca de manera independiente y a pesar de que continuó distribuyendo artesanías mexicanas, también comenzó a desarrollar sus propios diseños y a trabajar de la mano con los grupos y personas que ya conocía.
Posteriormente sintió la necesidad de realizar lo mismo apoyando a las comunidades indígenas de Colombia, con el fin de romper la idea de que “en el exterior se encuentra lo que no se tiene en el país”, por eso quiso hacer lo contrario, demostrar que con la gran cantidad de riquezas de Colombia se pueden lograr productos fascinantes.

La antropóloga realizó una investigación para conocer ¿Cuál es la situación de los grupos indígenas colombianos y qué sucede cuando llegan a Bogotá?. Afirma que halló un vacío y es que cuando diferentes comunidades llegan a la ciudad con el fin de adaptarse, en este caso en relación a la economía, el sincretismo toma lugar, es decir, diferentes comunidades se mezclan entre sí para crear productos artesanales. Según lo mencionado ocurre una gran pérdida de elementos identitarios ya que estas personas no se encuentran en sus territorios que de hecho, son la base de sus principios (su lengua y su ecosistema) y estos se manifiestan en las artesanías u objetos materiales.

Por este motivo, el interés y objetivo principal de Pérez es “crear herramientas productivas que sean una justificación para mantener elementos identitarios de las comunidades como formas de lenguaje, formas de expresión, figuras que manifiesten todo este conocimiento y adaptarlas de alguna manera a un producto de uso urbano, no como los collares que algunos grupos indígenas usan tradicionalmente ya que son muy propios de su identidad y no de los citadinos, sino hacerlo de una forma más respetuosa a pesar de que casi todos los productos artesanales están hechos a partir del origen.
''Por ejemplo en Mawá, la mayoría de productos son para el cuello y es porque ellos utilizan así su artesanía, así yo no estoy transgrediendo el uso, geometrías y colores, pues es una forma de respetar ese origen”.
Para la creación de estos productos, principalmente en cuanto a tejido, la antropóloga se encuentra trabajando con la comunidad Emberá Chamí de Risaralda, con la comunidad Emberá Katío de Córdoba y la Emberá Katío del Chocó. El grupo Emberá es uno de los más grandes, están distribuidos desde Montería hasta Cauca y Valle de Cauca, esto porque
“se conocen por ser curiosos y porque recorren diferentes lugares del país, pero también es debido a conflictos sociales, políticos y económicos por lo que han tenido que migrar a la ciudad”.
Todas las piezas que fabrica este grupo indígena tienen un significado y representan algo de su comunidad, lo cual viene descrito en una ficha técnica que se entrega con cada artesanía, tanto en español como en su lengua indígena. Así como el proceso anterior, la creación de piezas es bastante enriquecedora, pues usan la metodología antropológica, realizan talleres con los Emberá en donde investigan e indagan sobre una temática que quieran abordar en concreto, fortalecen elementos identitarios y así se mantienen cercanos a sus raíces, posteriormente se deciden los diseños, colores, figuras y telas y las transforman en artesanía sin transgredirla.

Cristina Pérez, explica que la apropiación cultural desde la perspectiva antropológica de la palabra es positiva, pues se enaltece y valora al otro, y que en definitiva ella tiene afinidad con esta definición, por ello considera importante tener en cuenta a las personas con las que trabaja, reconocerlas, no acreditarse algo como suyo sino como un trabajo en conjunto, tener acuerdos respecto al origen de la artesanía y que ellos estén enterados de cómo se adaptará el diseño a la marca.
Finalmente, afirma que desde la propiedad intelectual se ha podido acercar a la artesanía, entender la razón de sus formas y no dañarlas, por ello trabaja en crear objetos que respetuosamente se acerquen y beneficien culturalmente y económicamente a estos grupos. Para ella lo más importante de todo el proceso es que ambas partes se nutren de conocimiento y creatividad.
Instagram: @mawakatio
Página web: https://minombreescristina.com/
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